SOBICAIN

Centro Bíblico San Pablo

SOBICAIN / Centro Bíblico San Pablo

Biblia Latinoamérica

Octava plaga: las langostas

1 Yavé dijo a Moisés: «Ve donde Faraón, porque he endurecido su corazón y el de sus ministros con el fin de realizar mis prodigios en medio de ellos.2 Así podrás contar a tus hijos y a tus nietos cuántas veces he destrozado a los egipcios y cuántos prodigios he obrado contra ellos; así conocerán ustedes que yo soy Yavé.»

3 Moisés y Aarón fueron al palacio de Faraón, al que le dijeron: «Esto dice Yavé, Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a humillarte ante mí? Deja que mi pueblo salga para ofrecerme sacrificios.4 En caso contrario, si te niegas a que salgan, mañana mandaré langostas a tu país.5 Cubrirán toda la superficie del país, de suerte que ya no se vea la tierra, y devorarán todo lo que a ustedes les queda, todo lo que no destrozó el granizo; y además roerán todos los árboles que tienen en el campo.6 Llenarán tu casa, las de tus ministros y las de todo tu pueblo, en tal cantidad como no vieron tus padres ni los padres de tus padres, desde que poblaron el país hasta hoy.» Dicho esto, volvió las espaldas y dejó a Faraón.

7 Los servidores de Faraón le dijeron: «¿Hasta cuándo va a ser nuestra ruina este hombre? Deja salir a esa gente para que ofrezca sacrificios a su Dios. ¿No te das cuenta cómo está arruinado el país?»

8 Así que llamaron a Moisés y a Aarón ante Faraón, el cual les dijo: «Vayan y ofrezcan sacrificios a Yavé, el Dios de ustedes. Mas ¿quiénes van a ir?»9 Respondió Moisés: «Saldremos con nuestros niños y ancianos, hijos e hijas, con nuestras ovejas y nuestros vacunos, porque para nosotros es la fiesta de Yavé.»10 Faraón replicó: «¡Que Yavé los ayude! ¡Espérense que los voy a dejar partir con sus niños! ¡Se ve cuáles son sus malas intenciones!11 De ninguna manera. Son los hombres los que irán para rendir culto a Yavé, si eso es lo que buscan.» En seguida fueron echados de la presencia de Faraón.

12 Yavé, entonces, dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para que venga la langosta y devore toda la hierba del campo, todo lo que quedó después del granizo.»13 Al extender Moisés su bastón sobre el país de Egipto, Yavé hizo que un viento del oriente soplara todo aquel día y aquella noche. Al amanecer, el viento del oriente había traído la langosta.14 Invadieron Egipto y se desparramaron por todas las tierras en tal cantidad que nunca se habían visto tantas, ni jamás volverán a verse. Ocultaron la luz del sol y cubrieron todas las tierras;15 devoraron toda la hierba del campo, y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado fueron devorados; no quedó nada verde en todo Egipto, ni de los árboles, ni de la hierba del campo.

16 Inmediatamente Faraón llamó a Moisés y a Aarón. Les dijo: «He pecado contra Yavé, el Dios de ustedes, y contra ustedes.17 Ahora perdónenme mi pecado esta última vez, e intercedan por mí ante Dios para que aparte de nosotros esta plaga.»

18 En vista de esto, apenas salió Moisés de la presencia de Faraón, rogó a Yavé,19 el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.20 Pero Yavé hizo que Faraón continuara en su porfía y no dejara salir a Israel.

Novena plaga: las tinieblas

21 Yavé dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo y cubrirán las tinieblas el país de Egipto, tan densas que la gente caminará a tientas.»22 Así lo hizo Moisés, y al instante densas tinieblas cubrieron Egipto por espacio de tres días.23 No podían verse unos a otros, ni nadie pudo moverse durante los tres días; pero había luz para los hijos de Israel en todos sus poblados.

24 Faraón llamó a Moisés y le dijo: «Salgan ustedes a rendir culto a Yavé, pero que se queden sus ovejas y sus vacunos. Ustedes llevarán a sus niños.»

25 Moisés le respondió: «¿Y tú mismo nos proporcionarás animales para los sacrificios y holocaustos?26 También nuestros animales estarán con nosotros, hasta la última uña, pues sacamos de entre ellos lo que sacrificamos a Yavé, nuestro Dios,27 y ni siquiera sabemos cuáles animales hemos de ofrecer hasta que lleguemos al lugar.»

28 Faraón dijo a Moisés: «Retírate de mi presencia y ya no vuelvas; si te presentas otra vez, será para morir.»29 Y Moisés respondió: «Así será como tú dices: ya no me presentaré delante de ti.»

  • Apocalipsis 9,3
  • Joel 1,2
  • Nahúm 3,17
  • Éxodo 12,26
  • Deuteronomio 4,9
  • Sabiduría 17,1
  • Apocalipsis 16,10
Éx 10,1

He endurecido su corazón. Para los hebreos el corazón era el centro de las decisiones, como lo es para nosotros el cerebro. Por lo tanto no se quiere decir que Dios volvió insensible y perverso el corazón del Faraón, sino que el Faraón se empecinó en sus decisiones, y Dios realiza su plan a pesar e incluso a través de los obstáculos que se le oponen. El autor ciertamente no quería decir que Dios había llevado al Faraón a que pecara.

Seleccione un versículo para subrayar
Seleccione un versículo para hacer favorito
Seleccione un versículo para compartir
Seleccione un versículo o nota para comentar
Mándenos sus comentarios acerca de este verso o nota:

Para poder contestarle, por favor rellene los siguientes datos:

Seleccione un versículo para editar
Pinche en cualquier parte del texto de la nota para editarla
Pinche en cualquier parte del texto de la introducción para editarla
Seleccione un versículo para editar o añadir una lista de referencias
Edición de nota bíblica

Edición título de capítulo (en selector de capítulos)

(cuando pulse guardar cambios la página se refrescará automáticamente)

Título actual:

Edición de introducción

Edición de referencias

Versículo seleccionado:

Referencias para este versículo:

  • No hay referencias
Conózcanos
Contacto
Conózcanos
Contacto