1 De no estar el Señor en favor nuestro,
que lo diga Israel,
2 de no estar el Señor en favor nuestro,
cuando el mundo se lanzó contra nosotros,
3 nos habrían devorado vivos
en el fuego de su cólera.
4 Entonces las aguas nos habrían arrollado
y el torrente pasado por encima,
5 entonces habrían pasado sobre nuestra alma
las aguas impetuosas.
6 Bendito sea el Señor que no nos dio
por presa de sus dientes.
7 Nuestra alma como pájaro escapó
de la red que puso el cazador.
La malla se rompió
y nosotros escapamos.
8 Nuestro auxilio está en el Nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El pueblo de Dios recuerda, admirado y agradecido, las pruebas que acaba de vencer porque el Señor estaba con ellos.
Invitación a la acción de gracias. En el Evangelio, de los diez leprosos sanados, sólo uno vuelve a dar las gracias al Señor.
Se nos olvida dar las gracias porque no sabemos descubrir las maravillas de Dios en nuestra vida y en el mundo. Qué cosa más extraña: es en las comunidades de pobres y perseguidos donde las acciones de gracias son interminables.