SOBICAIN

Centro Bíblico San Pablo

SOBICAIN / Centro Bíblico San Pablo

Biblia Latinoamérica

1 Yavé, Dios de ustedes, los tiene por sus hijos. No se hagan incisiones ni se corten el pelo en la frente por un difunto.2 Pues tú eres un pueblo santo y consagrado a Yavé, tu Dios. Yavé te ha elegido de entre todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra, para que seas su propio pueblo.

Animales “puros” e “impuros”

3 No comerán nada que sea impuro. Estos son los animales que podrán comer:4 el buey, la oveja y la cabra,5 el ciervo, la gacela y el gamo, la cabra montés, el antílope, el búfalo y la gamuza.6 O sea, que pueden comer cualquier animal rumiante de pezuña partida en dos mitades.

7 Pero no comerán de los que solamente rumian, o que solamente tienen la pezuña partida: el camello, la liebre y el conejo que, si bien rumian, no tienen la pezuña partida; los tendrán por impuros.8 Tampoco comerán carne de cerdo, que tiene la pezuña partida, pero no rumia. Ustedes lo tendrán por impuro: no comerán su carne ni tocarán su cadáver.

9 De todos los animales que viven en el agua, comerán todo lo que tiene aletas y escamas.10 Pero no los que no tienen aletitletas y escamas: a éstos los considerarán impuros.11 Pueden comer toda ave pura.12 No coman las siguientes: el águila, el quetitlebrantahuesos,13 el águila marina, el buitre, las diferentes especies de halcón14 todas las especies de cuervos,15 el avestruz, la lechuza, la gaviota y las diferentes especies de gavilanes,16 el búho, el ibis, el cisne,17 el pelícano, el calamón, el somormujo, la cigüeña,18 las diferentes especies de garza real, la abubilla y el murciélago.19 Todo insecto que tiene alas será impuro para ustedes: no lo coman.20 En cambio comerán toda ave pura.

21 No comerán de ningún animal hallado muerto. Se lo darás al forastero que retitleside en tu ciudad o bien lo venderás a un extranjero, sabiendo que tú eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. No cotitlecerás el cabrito en la leche de su madre.

Los diezmos

22 Cada año separarás el diezmo de todo lo que hayas sembrado y que haya crecido en tus tierras.23 Comerás en presencia de Yavé, en el lugar que El haya escogido para morada de su Nombre, el diezmo de tu trigo, de tu aceite y de tu vino, así como los primeros nacidos de tu ganado mayor y menor. Con eso aprenderás a honrar a Yavé, tu Dios, todos los días de tu vida.

24 Pero, cuando Yavé los haya multiplicado, podría ser que el camino sea demasiado largo y, por eso, no puedas llevar ese diezmo al lugar que Yavé ha elegido para morada de su Nombre.25 En ese caso, cambiarás todo por dinero, e irás al lugar elegido por Yavé llevando el dinero.26 Allí comprarás todo lo que desees, sean vacas u ovejas, así como también vino o bebida fermentada, todo lo que gustes y lo comerás allí en presencia de Yavé. Estarás de fiesta, tú y los de tu casa,27 sin olvidar al levita que habita en tus ciudades, ya que él no tiene propiedades ni herencia como tú tienes.

28 Cada tres años separarás el diezmo de todas las cosechas del año, pero lo guardarás en tu ciudad.29 Vendrá entonces a comer el levita, que no tiene herencia propia entre ustedes, y el extranjero, el huérfano y la viuda, que habitan tus ciudades, y comerán hasta saciarse. Así Yavé bendecirá todas las obras de tus manos, todo lo que hayas emprendido.

  • Levítico 19,27
  • Isaías 1,2
  • Levítico 11,
  • Levítico 17,15
  • Levítico 22,8
  • Éxodo 23,19
Dt 14,1

Con relación a ese “difunto”, que podría ser el Baal de Moab, véase la nota en Lev 19,27.

Dt 14,3

Los capítulos 14-16 establecen las bases que asegurarán la cohesión de la sociedad israelita. Primero las prohibiciones de tipo alimenticio; luego los diezmos que permitirán mantener un culto digno de Dios; después viene el año de la remisión, que pone un freno a los procesos que van distanciando cada vez más a los ricos de los pobres; y por último las fiestas que serán para todos los hombres de la nación la oportunidad de reencontrarse en Jerusalén alrededor del Templo.

Las prohibiciones alimenticias serán un medio para separarse de los demás pueblos que habitan Palestina. Serán completadas con otras reglas relativas a lo que es puro o impuro y marcarán poco a poco toda la trama de la vida cotidiana. De ese modo el judío, incluido el emigrado no se fundirá en la masa de los no judíos; Israel será un pueblo siempre vivo y fuerte.

Animales “puros” e “impuros”: véase Lev 11.

Dt 14,22

El diezmo representa uno de los compromisos concretos ante el cual muchos creyentes retroceden, bajo pretexto de un sentido más espiritual de las realidades religiosas. El Deuteronomio hace de la ofrenda la base de la vida del creyente: “el justo tiene compasión, da y presta, y al final posee la tierra”, mientras “el impío pide prestado y no devuelve, y al final es arrancado de la tierra” (Sal 37). El que sabe dar no derrocha, se conforma con lo que tiene y no pasa necesidad; pero el que se niega a dar nunca tiene bastante ni se siente feliz (Pro 11,24).

Una parte del diezmo no se entre­gaba sino que se gastaba en Jerusalén, lo que generaba abundantes entradas para el Templo y la ciudad. No es el caso del diezmo de cada tres años, que era destinado al pobre y al levita (28-29).

El año sabático era el año en que se perdonaban las deudas con el fin de que cada israelita conservase su parte de la herencia en Israel. Esta remisión favorecerá la reconciliación y la solidaridad social: véase Lev 25.

En cuanto a las tres fiestas, son un acto religioso y una manifestación nacional a la vez: el pueblo experimenta más profundamente su identidad como pueblo de Dios y la fe se reafirma con el recuerdo de las intervenciones de Dios en su historia.

Cuando los cristianos de hoy se inquietan por el derrumbe moral de la sociedad en países que tenían una identidad cristiana, no estaría de más que leyeran estas páginas: no se rehace un país sin imponerle una misión, sin pedirle sacrificios y sin crear instituciones de solidaridad efectiva y de redistribución. Gandhi había inscrito entre las leyes fundamentales de toda sociedad estos dos adagios: no hay política sin moral, ni culto sin sacrificios.

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