10 | El universo es obra de Dios: Gén 1; Is 44,24; Sal 8,4; Sal 18,24; Sal 32,6; Dios Creador de los Cielos y de la tierra: Gén 1,1; Gén 14,9; Gén 22; Dios crea de la nada: 2Mac 2,28. |
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11 | Dios crea con Sabiduría: Sal 104,24; Dios crea mediante su Sabiduría: Pro 8,22 ; Pro 8,22; Sab 8,6; Sir 24,9; o mediante su Espíritu: Sal 33,6; Sal 104,30; Jdt 16,14. Dios crea con peso, número y medida: Sab 11,20.
Los apóstoles descubren que esta Sabiduría es el Verbo o Hijo de Dios: Jn 1,3; Col 1,16. Por él Dios dispone el desarrollo de la historia: Heb 1,2. Dios hace madurar la creación infundiéndole su Espíritu: Sab 1,1-7; Sab 10; Sab 11,20; Sab 12,2. |
12 | Dios nos ha creado en su Hijo: nos hace hijos «en él»: Gál 3,26-29; Gál 4,4-7; Ef 1,3-4. Y da vida a la persona humana con su palabra y su Sabiduría: Dt 8,3; Pro 8,1-21; Lc 1,50-55. Ejemplos en Ex 3; Jue 6; 1R 19,6-8; Is 6,8; Jer 15,19-21 ( Ver también 153-156 ). |
13 | El universo alaba a su Creador: Sal 18,2; Sal 148; Ba 3,34; Dn 3,56-80. |
14 | Dios gobierna el universo: Sal 33; Sal 96; Ap 4,1-10. Dirige los acontecimientos para nuestro bien: Mt 6,31; Lc 12,5-7 Lc 12,5-7; Jn 16,23; Rom 8,28. Dios cuida de todas sus criaturas: Sal 104; Jon 4,11; Sab 11,23-26. |
15 | En el desarrollo del universo y la ejecución de los planes divinos intervienen criaturas espirituales llamadas ángeles: Za 1; Ex 23,23; Tobías; Dn 3,49; Dn 9,11. |
16 | Dios ha bendecido la humanidad y su desarrollo: Gén 1,28. Renovó su bendición después del pecado: Gén 8,21; Gén 9. Es Dios de todos los pueblos: Dt 33,3; Mal 1,11; y salvador de todos: Jon 4,11. |
17 | Dios castiga los pecados de los hombres (Ex 7,10), pero nunca deja de querer a los hombres: Gén 8,21. |
18 | Dios da signos a todos los hombres (He 14,17; Mt 2,1) y también les da profetas para interpretar esos signos: Núm 22,24; 1Sam 6; Jonás. Hay santos fuera del pueblo de Dios: Henoc (Gén 5,23), Melquisedec (Gén 14,18), Job y Daniel (Ez 14,14). |
19 | Sin embargo, para llevar a cabo su obra de salvación, no desde afuera, sino dentro del marco de la historia, y respetando las etapas necesarias, Dios se elige un pueblo suyo mediante el cual sus promesas llegarán a todos los pueblos: Gén 12,3; Gál 3,8 y Gál 14 (ver 37). |
20 | Primer paso de la Historia Sagrada: Dios llama a Abraham: Gén 12,1. El llamado de Dios a Abraham incluye una doble promesa: él le dará una descendencia (Gén 15,4; Gén 18,10) y una tierra: Gén 12,7. |
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21 | Dios hace una Alianza con él. En adelante será el Dios de Abraham y sus descendientes para siempre: Gén 15,18; Gén 17,7; Is 51,2. |
22 | Esta Alianza hace de Abraham (y sus descendientes) el servidor de Dios y su obra en este mundo, para que la bendición de Dios llegue a todas las naciones: Gén 12,3; Gén 28,14. |
23 | En varias oportunidades Abraham demuestra su fe en las promesas de Dios, para el cual nada es imposible: Gén 15,1-6; Gén 22. |
24 | Dios deja en claro que se siente agradecido por la fe de Abraham (Gén 15,6) y por su obediencia (Gén 22,26 y Stgo 2,21) más que por el cumplimiento de cualquier práctica religiosa (Rom 4,3-4 y Rom 4,19-22). |
25 | La fe de Abraham lo hace amigo de Dios: Is 41,8; Dn 3,35; Stgo 2,23; y que vive con Dios más allá de la muerte: Lc 20,38. |
26 | Por su fe Abraham pasa a ser persona que cuenta a los ojos de Dios y es tomado en cuenta cuando él toma sus decisiones: Gén 19,17-33; Is 41,9; Is 43,1; Is 49,4. |
27 | La fe de Abraham indica el camino que, en adelante, se impondrá a todos los hombres para recibir las promesas de Dios: la fe en las promesas de Dios (Rom 4,20) el que puede incluso resucitar a los muertos: Heb 11,17-19. |
28 | La Alianza con Abraham es confirmada a sus descendientes: (Gén 28,10; Gén 32,23; Gén 49,28). Pero dicha alianza sigue siendo un favor de Dios y que se transmite, no a todos sus hijos por derecho de familia, sino a los que Dios designa: Gén 21,12; Gén 25,23; Rom 9,6-13. |
30 | Dios ve las humillaciones de su pueblo en Egipto (Ex 2,24 y Ex 3,7) y se acuerda de su Alianza con Abraham (Ex 2,24 y Ex 3,16). Dios llama a Moisés (Ex 3,1 y Ex 6,28) para liberar a Israel. |
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31 | En la cultura hebrea, el que libera una cosa o una persona es el que la compra o la quita a su dueño para hacerla suya. Israel es liberado del poder de los egipcios para pertenecer a Dios: Ex 3,10 y Ex 3,12; Ex 19,4 y Ex 19,6; Ex 20,2 y Ex 20,3. |
32 | El Dios que libera a Israel le enseña su propio Nombre , o sea, algo de su misterio. Nombre con el que Israel lo invocará: Ex 3,14-15.
Yavé: Yo Soy. Ver com. de Ex 3,1 y Jn 8. Yavé, El que Es, El que hace existir, el Dios que se fija en lo que no es y no cuenta, para humillar a los que se creen: 1Sam 2,4-8; Sal 113,7; Rom 4,17; 1Cor 4,17. Ver com. de Ex 3,4. |
33 | Yavé es el Dios Unico (Dt 6,4), al que no se puede figurar sin rebajarlo (Ex 20,4), totalmente diferente de todo lo que puede imaginar y forjar el hombre, o sea, de todo lo que se puede ver (Dt 4,12) y solamente por su palabra lo conocemos (Dt 4,12; Jn 5,38). Contra las imágenes: Dt 4,15 y com. de Is 46,5 y Ba 6. |
34 | Dios es Santo (Am 4,2; Os 11,9). La santidad significa vitalidad irresistible, pero muy interior, energía que devora y a la vez da vida. Dios es Santo, y Santo es su Nombre (Am 2,7; Lev 20,3; Is 57,15). Nadie puede soportar su presencia cuando se acerca (Ex 19,16; Is 16,1). El hombre no lo puede ver: Ex 3,2 y Ex 33,20; Jn 1,18; Col 1,15; 1Tim 1,17; com. de Gén 16,1. El hombre no puede juzgar sus actuaciones: Is 40,21; Ez 18,29; Job 38 y Job 42; Rom 11,33; 1Cor 2,9. |
35 | Dios es Celoso (Ex 20,5): no soporta que un extraño venga a profanar aquello que eligió o en que él se fijó, santificándolo por el hecho mismo (Núm 17,1). No soporta que sus empresas fracasen: Ez 36,22; Ex 32,12. No puede ceder su gloria a otro: Is 48,11. Fuego devorador y Dios celoso: Dt 4,23; Heb 12,29. |
36 | Dios es Justo. Perdona el pecado, pero no lo deja sin castigo: Ex 20,5; Jue 2,13-22; 2Sam 12; Jer 3; Os 2,3. Saca a luz los pecados: Jos ; 1R 21,20; Is 22,14; Mt 12,37. Dios es justo y sus mandamientos nos exigen ser justos: Ex 20,1-17. Ver 50. |
37 | El Dios Unico, Santo, Celoso y Justo es un Dios que actúa dentro de la historia y pide a los suyos actuar en la historia, a diferencia de los otros dioses que son dioses de la naturaleza (ver com. de 1R 17). El Dios Libertador (Ex 14;Ex 15; Ex 16 y Ex 17) también exige la conquista de la Tierra de Canaán: Ex 34,11-13; Núm 14 y com. de Ex 32.
En adelante la religión de Israel, en vez de recordar sólo cosas del pasado, esperará nuevas liberaciones (Jue 4,6: 1Sam 17; 2R 18,19; 1Ma 4; Lc 1,73; He 1,6) y se fijará nuevas metas: Is 40,42; Is 65,66; Za 8,20-23; Dn 7,26-27; He 1,8. |
38 | En el Sinaí Dios celebra una Alianza con el pueblo que será su servidor para actuar dentro de la historia: Is 49,1-9; Sal 2; Sal 149,6-9.
Los hace pueblo de sacerdotes y nación consagrada: Ex 19,6; Ex 24,3-11; 1P 2,9. Renovación de la Alianza: Jos 8,30; Jos 24; 2R 23,21; Ne 8. Hacia una Nueva Alianza: Jer 31,31; Ez 36,22; Mal 3,1. |
39 | La tradición hebrea considerará a Moisés como el primero de los profetas (Dt 18,18-20; Dt 34,10-12). Afirma que fue el primero en conocer el verdadero rostro de Dios: Misericordioso y Clemente, rico en Amor y Fidelidad: Ex 34,1-9. |
40 | A partir de David se desarrolla el profetismo en Israel. Los profetas afirman que Dios es Amor y Fidelidad, en especial en el Deuteronomio. |
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41 | Amor y Fidelidad: refrán del salmo 89: vers. 2,3,15,25,29,34,50. Dt 7,9; s2 2,6.
Amor (o Favor , o gracia) de Dios para Israel. Lo escoge sin mérito suyo: Dt 7,7; Dt 9,5; Dt 10,15. Le da la Tierra (la tierra de Canaán) en herencia: Dt 4,1; Dt 4,38; Dt 6,10. Y lo hace hijo suyo: Dt 32,5-6; Os 11,1; Is 1,2. Le da prosperidad en la Tierra: Dt 7,12-15; Dt 8,18-19. Israel guardará los dones de Dios si cumple y ama a Dios: Dt 4,40; Dt 6,10-19; Dt 11,12-21. |
42 | Si Israel falta a Dios, él le quitará prosperidad y Tierra: Dt 4,24-31; Dt 28,15-68. Pero Dios, siempre fiel, convertirá a Israel después de castigarlo: Dt 30,1-10. Un resto de Israel se salvará (ver 1R 19,18 y 60,69 ). El destino de Israel, elegido, castigado y restaurado: Dt 32. Entonces los amaré: Os 14,5. |
43 | Amor (o Favor) de Dios a David. Le entrega el Reino y lo hace hijo suyo: 2Sam 7,12-16. En Israel, solamente los reyes eran considerados hijos de Dios: 2Sam 7,14; Sal 89,27-28; Sal 2,7. Por amor a David, Dios mantiene a sus descendientes: 1R 8,25; 1R 11,34.
Por sus faltas ellos merecen que Dios los rechace: Jer 22,24. Pero él, misericordioso y fiel, establecerá nuevamente un descendiente de David ( ver 60 – 69). |
44 | Fidelidad o Verdad: en hebreo es la misma palabra, y es equiparada a amén, que significa: ¡es verdad! (2Cor 2,18-20). Toda palabra de Dios es fiel y se cumplirá: 1R 8,26; Ne 9,33. La fidelidad de Dios con Israel no puede desmentirse: Rom 11,28; Rom 15,8. |
45 | Los reyes deben conformar su política a las exigencias de la Alianza (Dt 17,16-20; 1R 13; 2R 9,6-10). Mientras los sacerdotes condenan las desobediencias a la Ley de Dios (2Cro 26,16), los profetas se fijan en las iniciativas que desmienten el espíritu de la Alianza: 2Cro 20,36; 2Cro 25,15. |
50 | Amarás a Dios con todo tu corazón, toda tu alma (Dt 6,4). El amor a Dios, actitud interior, vale más que el culto: Os 6,6 y los sacrificios costosos: Mi 6,7-8; Jer 2,2. |
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51 | El amor verdadero procede del conocimiento de Dios: Is 1,3; Jer 31,34; Os 2,22; Os 3,5. Conocer a Dios es reconocer su manera de actuar en los acontecimientos: Is 1,1-6; Is 22,8-14; Is 28,23-29; Is 30; Is 31,1-9; Is 42,18-25; Jer 6,10-16; Am 4,4-13; y escuchar a sus profetas: Is 6,9-12; Is 8,11-18; Is 41,21-29; Jer 13,15-17; Am 5,6-8; Za 7,9-12. |
52 | Amor y conocimiento de Dios serán los frutos de la Nueva Alianza, interior y don de Dios: Jer 31,31; y obra del Espíritu: Ez 36,27-30; Jl 3,1-2; alianza de Dios con los humildes y pobres de espíritu: So 3,11. |
53 | La Alianza debe tornarse en un verdadero matrimonio. Israel, novia de Yavé: Is 54; Is 61,10; Is 62,1-5. Israel comparado a novia infiel: Os 2; 2,3; Ez 16 y Ez 23. Las futuras bodas en el Amor y la Fidelidad: Os 2,20-25; Jn 1,17; Ap 21,2-4; Ap 21,9. |
54 | Dios, Justo y Santo, exige la Justicia social. Volver a una sociedad igualitaria y fraternal: Jer 34,8-19. El rico es un opresor: Is 5,8-9; Mi 3,9-11; Mi 2,9. La desigualdad, fuente de violencia: Is 5,7; Ez 22,23-25; Ez 24,6-8; Am 5,7-13; Mi 2,1-5. Las leyes injustas: Is 10,1-2; Am 5,7 . |
55 | Dios odia el orgullo procedente del dinero: Is 2,6-22; Is 3,16-24. Odia el orgullo procedente del poder: Is 14,5-21; Is 36,22-29; Is 47; Ha 2,6-13. |
56 | Dios prepara un Juicio destructor, llamado Día de Yavé: IS 1,24-28; Am 5,14-21; So 1,14-18 ; So 3,1-8. Un Juicio que restablecerá la justicia: Is 2,1-5; Is 4,2-6; Ez 34; y dará la paz definitiva: Is 9,1-7; Is 11,1-9; Is 32,15-20. Prepara una Ciudad de Justicia: Is 1,26; Is 60; Za 8,1-17. Y un triunfo de los humildes: Is 26,1-6; So 3,12-18. Y un consuelo a los oprimidos: Is 61,1-3. |
60 | La palabra Redención significa en la Biblia lo mismo que Liberación. Uno libera algún objeto o persona que estaba en poder de otro, para hacerlo suyo: es un poco como comprar. Ver en Lev 25 la redención de los esclavos y las tierras empeñadas. Más todavía: Rut 2,20; Rut 3,12; Rut 4. |
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61 | Dios Redentor saca a su pueblo del poder de los extranjeros: Jue 2,13-17; Dt 4,34; Ex 20,1; Ex 3,8. Después de la primera liberación de Egipto y numerosas liberaciones (Jue 3; Jue 4; 1Sam 7; 2R 19) se acredita en tiempos del Destierro la idea de que se acerca una liberación definitiva: Is 40; Is 41,8; Is 43,1-7. |
62 | También Dios hizo esperar que, salvando a su pueblo, daría paz a toda la tierra: Gén 12,3; Is 49,6. Esta esperanza tomó forma con el rey David: Israel creyó haber encontrado en este ungido (o Mesías ) el rey perfecto. A él se refieren Gén 49,10; Núm 24,7 y Núm 17. |
63 | Luego consideraron a David y sus descendientes como revestidos de un carácter sagrado, esperaron la venida de un Mesías semejante a David: Sal 132; Sal 72; Jer 30,9. Pero también entendieron que el Mesías aventajaría a todos los soberanos de la tierra y establecería el reino de Justicia y paz: Is 4,2; Is 9,1-7; IS 11,1-9; Sal 2; Sal 110. |
64 | Durante el Destierro el autor de la 2ª parte de Isaías ve en la minoría más creyente de Israel el Servidor de Yavé, instrumento de su salvación: Is 49,1-6; Is 50,1-9; Is 52,13–Is 53,12.
La figura de un Mesías sufrido aparece también en Za 12,10-12. |
65 | En Dn 7,13 el Hijo del Hombre, que viene de Dios mismo, era tal vez una figura del Pueblo Santo (7,27). Pero Jesús lo considerará como un anuncio de él: Mt 24,30 y Mt 26,64. |
66 | Varios textos de la Biblia nos dejan en la duda: ¿no será Dios mismo el que visitará a su pueblo para encontrarse con aquellos que lo esperan? Is 25,6-10; Is 52,7-12; Is 63,19; So 3,14-18; Za 2,14-17. |
67 | Cuando la Biblia habla del Pastor que regirá a Israel, designa a veces al Rey Mesías (Jer 23,4; Mi 5,4; Za 13,7, a veces a Dios (Is 40,1; Mi 7,14; Cant 2,16; Sal 23,1; Sal 28,9; Sal 80,2) y fácilmente asocia el uno al otro: Ez 34,11-25. |
70 | La Ley designa a veces el conjunto de leyes de la Biblia (Mt 22,36), a veces la misma Biblia (Jn 12,34), a veces la religión judía (Gál 2,19). La Ley y los Profetas, o La Ley, los Profetas y los Salmos, son dos expresiones para designar la Biblia (Mt 7,12; Lc 24,44). |
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71 | La Ley manifiesta dos exigencias principales: Justicia y Santidad. Santidad, o sea, respeto a Dios y las reglas de pureza. La primera se nota más en los Diez Mandamientos de Moisés (Ex 20,1-17). La segunda en los Mandamientos de Dios, tal como están en Ex 34,10-26.Leyes de Justicia: Ex 21,22; Lev 16,18-20; Lev 19,10-18 y Lev 19,35-36; Dt 19 y Dt 24.Leyes de santidad: Lev 17 –Lev 18; Dt 23. |
72 | La Ley era a la vez expresión de la voluntad de Dios y expresión de la cultura judía. En ella se nota el esfuerzo de Dios para transformar las costumbres de Israel y educar a los creyentes: Ex 15,15; com. de Lev 8,1; Lev 11,1; Lev 24,17. |
73 | La Ley distingue días comunes y días consagrados a Dios. El sábado: Gén 2,3; Ex 20,8; Ex 23,12; Ex 24,21; Núm 15,32; Núm 28,9-10. Las lunas nuevas: Núm 28,11-15.
Las tres fiestas de la Pascua, de las Semanas (Pentecostés) y de los Tabernáculos (de las Chozas): Dt 16; Ex 23,14-17; Lev 23; Núm 28,11-31; Núm 29,1-6 y Núm 12,39. Sobre la Pascua en especial: Ex 12,1-27v y Ex 43,51. |
74 | La Ley determina lo puro y lo impuro , o sea, las condiciones para participar en el culto divino (Lev 15,31).
La Circuncisión: Gén 17,9-14; Ex 12,48. Pureza en la vida sexual: Lev 12,1-8; Lev 15. Enfermedades: Lev 13,14. Contacto de muertos y de animales impuros: Lev 11,24-40; Lev 21,1-12; Lev 17,15-16. No mezclar materias o aparejar animales de dos razas: Lev 19,19. |
75 | La Ley prohíbe ciertos alimentos:
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76 | La Ley contiene una moral sexual: Ex 21,7-11; Lev 18; Lev 20,11-21; Lev 21,13-15; Dt 22,13-30. |
77 | La Ley enseña la solidaridad dentro del pueblo de Dios:
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78 | La Ley enseña el don a Dios y sus sacerdotes:
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80 | La Biblia hace de Salomón el primero y el modelo de los sabios: 1R 4,29-34; Sir 47,14. El sueño y el juicio de Salomón: 1R 3. Se le atribuyen varios libros de sabiduría posteriores a él: Pro 1,1; Ecl 1,1; Sab 9,12. |
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81 | La sabiduría significa: Inteligencia práctica para regir su casa y alcanzar el éxito: 1R 10,6; Ez 28,1-7. Luego, esfuerzo para educarse y ser hombre responsable: Pro 1,20-27; Pro 9,1-5. Después, capacidad para ordenar su vida de acuerdo con la Ley de Dios: Pro 16,1-11; Sir 15,1-5; Sir 24,23-30. |
82 | ¿Cómo adquirir la sabiduría? La sabiduría es don de Dios: Sir 1,1; Sab 6,14-16; Sab 9,1-6. Se encuentra en los dichos de los sabios y la meditación de sus proverbios: Pro 1,6; Pro 13,20; Sir 6,34-36. En la dominación de los caprichos: Sir 11,1-10; Sir 23,1-7; Pro 16,32. En la perseverancia en las pruebas: Sir 2,1-14 y en el estudio: Sir 6,23-33. En la meditación de la Ley: Sir 32,7-24; Sir 39,1-11; Sir 51,17-21; Sal 119. En la reflexión sobre la experiencia: Ecl 1,12-18; Ecl 2,1-11; Sir 34,9-11. |
83 | Los sabios preguntan: ¿qué es el hombre? La casi totalidad del Antiguo Testamento se escribió entre judíos de cultura hebrea y expresa los conceptos de dicha cultura. Esta no distinguía en el hombre, como lo hacemos nosotros, una parte espiritual, o alma, y una parte material o cuerpo, sino que veían el hombre como uno solo y, al hablar de la carne, del cuerpo, del corazón, designaban sus varios aspectos. El hombre es llamado carne y sangre por cuanto es criatura mortal. Se llama alma por cuanto es ser viviente. El alma significa aliento (Gén 2,7 y Gén 7,22) y los judíos identificaban fácilmente el aliento con la vida (Sal 104,29). Además, creían que la vida estaba en la sangre (Lev 17,10-14). El espíritu designa su abertura a Dios. El corazón designa lo interior del hombre, no solamente sus sentimientos, sino su mente y su conciencia. Muy a menudo mi alma debe traducirse: mi persona, mi vida, o yo.
A diferencia de los animales, el alma del hombre recibe algo del Espíritu, o soplo de Dios (Gén 2,7). El espíritu es a la vez espíritu del hombre y Espíritu de Dios en el hombre (Ecl 12,7). El hombre es libre y responsable de sus actos: Sir 15,11-21 y Sir 17,3-14. El hombre es pecador desde su nacimiento (Sal 51,7; Job 10 y Job 13). Este peso del pecado sobre él es el resultado del pecado de sus antepasados: él lleva las consecuencias de sus errores: Gén 3; Jer 31,29; Lam 5,7; Sal 106,6; Tob 3,3. El mal profundo del hombre es la muerte : Job 14; Ecl 3,18-22; Ecl 6,1-10; Ecl 8,7; Sir 42,9-14. |
84 | ¿Cómo debe ser la pareja? Se afirma la igualdad del hombre y de la mujer en el comienzo de la Biblia: ver los comentarios de Gén 1,26 y Gén 2,20. Pero eso va en contra de toda la corriente de la cultura hebrea, que es muy machista. La inferioridad de la mujer, reconocida por la Ley (Dt 24,1; Núm 5,11; Lev 27,3-7), es aceptada por los sabios: Ecl 7,27-28. La hacen responsable de los pecados del hombre (Pro 7,5-27; y piden vigilarla: Sir 42,9-12; Sr 25,15-26) y la elogian por cuanto sirve bien al señor marido: Pro 31,10-31; Sir 36,23-26. Solamente el Cantar reconoce su igualdad en el amor. |
85 | El trabajo y el esfuerzo del hombre son la condición de su superación: Pro 6,6-11; Pro 27,23-27; Sir 7,15. El trabajo ocupa al hombre (especialmente al esclavo) y lo disciplina: Sir 33,25-28. El trabajo no es todo en la vida: Ecl 2,4-11; Ecl 4,7-12. |
86 | En cuanto a las relaciones sociales, el orden social es aceptado con sus distinciones entre ricos y pobres, reyes y súbditos: Ecl 5,7-8; Ecl 4,1-3; Sir 8,1-3. El rey es respetado como representante de Dios: Pro 16,10 y Pro 24,21. Pero su compañía es peligrosa (Ecl 8,2-4; Sir 13,9-10) y se temen sus caprichos: Sir 16,12-15. Se debe vigilar a los inferiores (Sir 33,25-30) y a los jóvenes, desconfiar de su libertad y educarlos con firmeza: SIR 30,1-13. |
87 | Para agradar a Dios, el hombre debe ser humilde (Sir 10,6-26), misericordioso (Sir 28,1-7) y debe ser generoso con los pobres (Job 30 y Job 31; Sir 4,1-10; Sir 29,1-13). |
88 | ¿Cómo premia Dios al justo? Los sabios del Antiguo Testamento no sabían todavía del más allá (Ecl 3,17-22; Ecl 8,7-8; Sir 17,27-30). Por eso, sabiendo que Dios es justo, se esforzaban por averiguar la retribución divina en la presente vida. Dios es justo y no deja a los malos sin castigo (Job 18 y Job 20). Premia a los suyos, si no con dinero y larga vida (Pro 10,22-30; Pro 11,20-21; Pro 13,21-23), a lo menos dándoles paz y seguridad. Puede probarlos (Job 36; Sab 3,1-6), pero al final les devolverá: Sab 3,5; Sir 1,23; Sir 11,21-26. Sin embargo, algunos hacen resaltar las numerosas excepciones a esta retribución: Job 21 y Job 24; Ecl 7,15-16; Ecl 8,11-14 ( ver también en 90-92 ). |
89 | Sabiduría de Dios y sabiduría del hombre. Los sabios reconocen poco a poco en la Sabiduría de Dios algo que es como distinto de él, aunque uno con él: Pro 8,22 y Pro 30. Por medio de ella Dios creó el universo (Pro 8,22-30; Sir 24,3-4) y ella reluce en él: Sir 43. Ella asegura el desarrollo del plan de salvación: Sab 10 y Sir 24,9-29. Sabiduría que supera totalmente la mente humana (Job 9 y Job 28; Ecl 3,10) y solamente se comunica por revelación de Dios (Ba 3,9-29 y Ba 4,1-2; Sir 24,8-12 y Sir 24,23-25). La sabiduría es alimento salido de la boca de Dios: Dt 8,3; Pro 9,5; Sir 24,3 y Sir 24,19; Sal 9,11 y Sal 81,17. |
90 | Según enseña Jesús (Lc 24,27), toda la Biblia anunciaba la resurrección. Con sólo hablar de una Alianza de Dios vivo con el hombre mortal, daba a entender que debe compartir con él la vida para siempre: Ex 3,6 y Mc 12,26; Sal 16,11; Sal 23,6; Sal 73,25-26. |
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91 | Pero eso no lo veían los creyentes del Antiguo Testamento, que solamente hablaban de una sobrevivencia triste y fantasmática en el Seol, o Lugar de los Muertos: is 38,18-19; Sal 88,12-13; Sal 115,17-18. |
92 | La persecución del tiempo de los Macabeos obligó a reflexionar sobre la suerte de los mártires y llegó a ser evidente que no habría justicia de Dios si él no los levantara (los resucitara) para una vida feliz en su presencia. Como la cultura hebrea no distinguía cuerpo y alma ( ver 83 ), afirmaron que el hombre surgiría del polvo, o volvería a tener vida en el momento del Juicio: Dn 12,2; 2Ma 7. |
93 | Pero en ese mismo tiempo penetró en Israel la cultura griega, la cual consideraba en el hombre algo material, el cuerpo, y el alma (que lo anima), muchas veces distinta del espíritu, que busca la verdad y el bien: 1Tes 5,23. Por eso, el último de los libros del Antiguo Testamento, la Sabiduría, afirma que el alma (o el espíritu) del hombre es inmortal y encuentra a Dios en la muerte: Sab 2 y Sab 3. Esta certeza se encontrará luego en todos los libros del Nuevo Testamento: Mt 10,28; 2Cor 5,1-8. |