Moses is, undoubtedly, among the celebrated figures of the books of the Old Testament. It is no wonder that various forms of audiovisual narration have sought ways of “interpreting” his
Así se preparó la comunidad pastoral de Lainate-Pagliera-Barbaiana (Milán) para la Pascua, con una intensa semana de peregrinación a Tierra Santa para redescubrir el Bautismo. A los Padres de la Iglesia les gustaba decir que todo el misterio de Cristo está encerrado en tres senos: el de María, el del Jordán y el del sepulcro. Precisamente por eso, el camino se desarrolló en torno a estos tres vientres: Nazaret, donde el grupo de 53 peregrinos pernoctó nada menos que seis noches; el Jordán, redescubierto en sus fuentes y en su entrada y salida del lago Tiberíades; el Santo Sepulcro, con la celebración con las primeras luces del alba en la Capilla del Calvario, contemplando el misterio del costado abierto, del que manaba sangre y agua. Tampoco faltaron los testimonios: de Don Francesco Voltaggio, del Camino Neocatecumenal; del Padre Giovanni Marco, de los Hermanitos de Charles de Foucauld; de la agria Lauretana, de las Soeurs de Nazareth; del Padre Mario, párroco de la Parroquia del Buen Pastor de Jericó y sobre todo de Nader, nuestro guía arqueológico e histórico. La peregrinación, organizada por Don Fulvio Rossi, en colaboración con Don Giacomo Perego, coordinador internacional del Centro Bíblico San Paolo, estuvo acompañada también por los himnos de San Efren. En uno de ellos, este Padre de la Iglesia siríaca canta: “Jesús bajó al mar de los muertos / zambulléndose en él como bañistas; / de allí sacó la perla / pintada a su imagen. / Estuvo tres días en el abismo / y allí encontró la imagen / que la serpiente había robado / y escondida en el fondo del Seol». A los ojos de Dios somos esa perla.
