El estilo es sustancia. Lo sabe bien el papa Francisco que en una audiencia general indicó a los fieles sobre todo cómo se escucha la Palabra de Dios durante la Misa y no solo: la Liturgia de la Palabra, explica Bergoglio, «es una experiencia que se da en vivo y no en diferido, porque cuando en la Iglesia se lee la Sagrada Escritura, es el mismo Dios quien habla a su pueblo y Cristo, presente en su palabra, anuncia el Evangelio. Las página de la Biblia dejan de ser un escrito para convertirse en palabra viva, pronunciada por el mismo Dios que, aquí y ahora, nos interpela, a nosotros que escuchamos con fe«. Para acercarse a la Escritura es necesario un método, pero también una guía que nos permita comprender eso que escuchamos. Las referencias históricas, el significado literario que algunas veces diverge del teológico, la sensibilidad de los autores, de los evangelios a san Pablo, la interpretación de los textos bíblicos. Gracias a una iniciativa editorial ahora podemos contar con una guía excepcional para poder entrar en la lectura de todo el Nuevo Testamento.
En la colección de 8 volúmenes el Pontífice se detiene sobre la abundancia de mensajes de la Palabra de Dios, pero ofrece también numerosas indicaciones para comprenderla mejor. Bajo la guía del Papa, se pueden leer los cuatro Evangelios, las cartas de Pablo (divididas en tres volúmenes) y al final algunos textos escogidos de los Hechos de los Apóstoles. «Sabemos -dijo el Bergoglio- que la palabra del Señor es una ayuda indispensable para no perdernos, como bien reconoce el salmista que, se dirige al Señor y confiesa: Lámapara para mis pasos es tu palabra, luz en mi camino» (Sal 119,105).
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