Las raíces protestantes de los Testigos de Jehová, que hoy suman unos ocho millones de fieles en todo el mundo, imponen el uso de la Biblia como única fuente autorizada de teología. Pero ¿Cómo es posible que un grupo que se define como «cristiano» y está tan firmemente anclado al texto sagrado no crea en la Trinidad, en la divinidad de Cristo, en la inmortalidad del alma, en la existencia del Espíritu Santo, por lo tanto, en el fundamento mismo de todas las denominaciones cristianas? Para responder a esta pregunta, sugerimos leer el libro de Valerio Polidori, publicado por los tipos EDB: el autor pasa por el riguroso análisis filológico de la Traducción del Nuevo Mundo, la versión bíblica producida a partir de la década de 1950 y utilizada por los Testigos de Jehová para estudio y predicación. Como demuestra el autor, en el primer trabajo científico publicado en Italia sobre el tema, el texto bíblico utilizado por los Testigos de Jehová fue torcido a las necesidades teológicas del movimiento con procedimientos filológicos completamente equivocados. Es la historia de una falsificación que ha tenido y tiene un impacto muy fuerte en la vida de millones de personas, inducidas a cambiar sus vidas a partir de un texto hábilmente manipulado con propósitos que poco o nada tienen que ver con la religión. Para obtener el libro haga clic aquí.