El autor del Génesis no comparte los resultados de la investigación científica sobre el origen del hombre. Lo que él quiere recalcar es la unidad profunda de la humanidad y como desde ese mundo que él conocía, el que se extendía del lejano occidente de Tarsis (es nuestra España) hasta Elam en la meseta iraní, los hombres se dispersaron por toda la superficie de la tierra.
El Libro del Génesis nos presenta tres grandes Patriarcas. En los relatos concernientes a ellos se mencionan además numerosas localidades de las cuales algunas serán con el correr de los siglos otros tantos lugares venerados por las tribus de Israel.
Sería temerario querer trazar un itinerario de Moisés y de los nómades que lleva consigo hacia la Tierra Prometida. Los relatos bíblicos contienen sin embargo una cierta cantidad de referencias geográficas que se encuentran en este mapa: oasis o regiones del Sinaí cuyos nombres aún se conservan hoy en día.